El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) otorga a los individuos ocho derechos de titular de datos que deberá incluir y explicar en su declaración de confidencialidad:
Derecho a la información: las organizaciones deben informar a los individuos sobre qué datos se recogen, cómo se usan, durante cuánto tiempo se conservan y si se van a compartir con terceros.
Derecho de acceso: los individuos tienen derecho a solicitar a la organización una copia de los datos de que disponga sobre su persona.
Derecho de rectificación: los individuos tienen derecho a corregir cualquier dato que sea incorrecto o incompleto.
Derecho de eliminación: en determinadas circunstancias, los individuos pueden solicitar a la organización que elimine los datos sobre su persona que tenga recogidos en sus registros.
Derecho de portabilidad: los individuos pueden solicitar a la organización que transfiera los datos de que disponga sobre su persona a otra empresa.
Derecho de restricción del tratamiento: los individuos pueden solicitar que la organización limite la manera en que usa los datos sobre su persona.
Derecho de oposición: los individuos tienen derecho a oponerse a determinados tipos de tratamiento, como el marketing directo.
Derecho sobre la toma de decisiones automatizada, incluida la elaboración de perfiles: los individuos tienen derecho a solicitar una revisión del tratamiento automatizado si sospechan que no se están cumpliendo las normas.
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